Estaba
una noche haciendo la cena para unos amigos, y en tertulia les comento...
- Con lo
que a mí me gusta la cocina, ¿ creéis que yo podría aprender a hacer
helados?
Uno de mis amigos me contesta...
- Pues claro que sí,serías muy bueno, además conozco a uno
de los mejores maestros de Italia, en la próxima feria del helado en Rímini, Italia, te
vienes conmigo y te pongo en contacto con él.
(Este amigo tiene una empresa en
Granada y otra en Málaga que distribuye maquinaria y productos de heladería)
Así
fue, viajé a Rimini. El maestro, Pino Scaringella, me estuvo enseñando las mejores técnicas, con ese saber hacer artesanal, inconfundible de un maestro italiano.
Pero él también tenía un secreto. Un día me comentó que las recetas eran de su abuela, "la nonna", a la que le debía todo su arte.
Terminé mi aprendizaje pero no lo puse en práctica pronto, de hecho pasaron algunos años.
Pero el destino me llamaba nuevamente. Mi amigo le propuso a la marca italiana que distribuye, contratar al maestro Pino Scaringella para impartir un máster en
Málaga.
Lo hicieron y lógicamente, yo asistí para encontrarme una vez más con mi antiguo maestro Pino.
Lo hicieron y lógicamente, yo asistí para encontrarme una vez más con mi antiguo maestro Pino.
Por supuesto se emocionó y le encantó la idea, dándome todo su apoyo.
Y aquí estamos! haciendo lo que nos gusta junto a Lucía, mi esposa, encantados de poner lo mejor de nosotros para brindaros unos de los mejores helados de Granada.
¡Os esperamos!